DEL PORQUÉ NAVIDAD NO TIENE ORIGEN PAGANO

La fiesta cristiana probablemente más acusada por tener origen pagano es la celebración del nacimiento de Jesús. Ya en los primeros siglos ha sido llevado ante el tribunal de justicia intelectual cuyos jueces han sido siempre las voces populares. Sin mucha molestia la mayoría de las personas, hasta hoy en día, han asumido una postura negativa hacia la festividad navideña cristiana, haciendo caso omiso al proceso histórico de la misma. Sorprendentemente las mayores acusaciones han surgido de la familia cristiana misma y también de una multitud de teólogos que supieron interpretar hechos bíblicos en su respectivo contexto, no así sin embargo hechos históricos pos-bíblicos. En este artículo se desarrollará el debate de manera histórica para dar un panorama general y tratar de responder brevemente a las más conocidas acusaciones.

Ya las Iglesias primitivas orientales, Alejandría, Antioquía, Jerusalén, Constantinopla, Armenia, etc., llegaron a celebrar la epifanía (manifestación) de Cristo antes que lo hiciera la iglesia de Roma. La celebración del nacimiento de Cristo, la visita de los magos y la presentación en el Templo, lo realizaban el 06 de enero.

La iglesia católica apostólica romana empezó a celebrar el nacimiento de Cristo a partir del siglo 4, con la institucionalización e licitación del cristianismo como religión oficial del imperio Romano por el emperador Flavio Valerio Aurelio Constantino en el año 312 d.C. Fue Constantino que movió la fecha del 06 de enero al 25 de diciembre, por ser la fecha en la que todo el imperio romano celebraba el nacimiento del dios Sol. En la fecha del 06 de diciembre a partir del año 312, se celebraba solamente la epifanía como visita de los magos. Celebración que hasta hoy en día sigue presente en muchas culturas.

La intención de Constantino no fue la de asociar el dios Sol con el niño Jesús, sino reemplazar la fiesta pagana por la fiesta cristiana debido a la experiencia que tuvo en el campo de batalla, en donde, según contó, obtuvo una visión de parte del Dios cristiano que le mostró un símbolo del trofeo de una cruz sobre el sol, con la inscripción “In hoc signo vinces” (Con este signo vencerás). Para Constantino de ahí en adelante, especialmente después de haber ganado la batalla del Puente Milvio y triunfado contra Majencio, quedó claro que así como la señal de la cruz estuvo por encima del Sol en su visión, así también lo estuvo Cristo por encima del dios romano Sol. Era hora de reemplazar un dios pagano con el cristiano.

A partir del mismo momento entró en debate la cuestión de si la fiesta navideña en diciembre era un culto pagano o sagrado. Los primeros en acusar a la celebración navideña como paganismo fueron las iglesias orientales. Desde el siglo tercero, el debato nunca ha llegado a una conclusión general. Hasta llegó a tal extremo que los puritanos ingleses en el siglo 17, precisamente en 1647, promulgaban leyes que prohibían la celebración de la navidad e implementaban a su vez un día de ayuno. Hechos similares ocurrieron en la escocia presbiteriana. Hasta en la América colonial, los pioneros de la nueva Inglaterra prohibieron la observancia de la navidad, escribiendo un acta de prohibición en Boston el año 1659. Semejante prohibición no obtuvo la suficiente apertura para deshacer al continente América de la celebración navideña puesto que los cristianos residentes de Virginia, Nueva York y otras ciudades, siguieron las celebraciones libremente. La prohibición de los puritanos fue revocada en el año 1681 por un gobernador inglés.

De maneras más crueles aún se prohibió la celebración navideña en la revolución francesa (1789), por el fuerte anticlericalismo de las autoridades revolucionarias, y en la unión soviética (siglo XX) bajo la doctrina del ateísmo estatal. También los ideólogos nazis hallaban un enemigo en las religiones por su falta de compromiso con estados totalitarios. Así que intentaron arrebatarle a la fiesta los elementos cristianos, reemplazándolos con propios elementos como canciones, poemas, cuentos, etc.

El punto de partida de las fiestas navideñas como las conocemos hoy en día, sin embargo, ha sido posiblemente la época victoriana (1837-1901) puesto que la mayoría de los elementos presentes en la navidad hoy en día se hallan en un cuento navideño, escrito por Charles Dickens. A partir de ahí es que la navidad se consideró una fiesta familiar centrada en la generosidad.

En resumidas cuentas, la navidad no es una fiesta cuyo origen se halló en el paganismo por las siguientes razones:

  • La celebración del nacimiento del salvador ya estuvo presente en las iglesias orientales antes del sincretismo religioso romano en el que muchos hallan el origen de la fiesta.
  • El traslado de la fecha navideña por el emperador romano Constantino ha de interpretarse en su contexto socio-histórico y cultural, como se detalló en el artículo. La intensión no fue la de honrar al dios Sol, sino la de reemplazarlo por el verdadero Dios en una fecha en la que el imperio Romano se había acostumbrado a celebrar.

Históricamente parece tener sus raíces en una intensión cristiana y noble. Afirmar por ende que la celebración navideña tenga su origen en el paganismo es hacer caso omiso a la interpretación histórica. En vez de hablar de un origen pagano, convendría hablar con certeza de una secularización de la navidad. Queda evidente que el mundo de hoy no se preocupa mucho por el sentido original de la navidad, realidad que se debe a la intencional desacralización de la fiesta por parte de varias personas y múltiples sistemas políticos de gran impacto histórico.

Personas que no celebran navidad por el supuesto origen pagano, deberían dejar de celebrar también el día de la madre que tiene su origen en la antigua Grecia (1200-146 a.C.) cuyos habitantes consagraban ese día a la diosa Rea, madre de Zeus, Poseidón y Hades.

Feliz Navidad

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